En Mentor, la comunicación como parte del proceso educativo trata de ser lo más transparente posible, tanto en lo positivo como en lo negativo. Si las clases funcionan y los resultados que se obtienen son satisfactorios, es algo reseñable que ha de transmitirse tanto a padres o tutores como a los coordinadores. Si, por el contrario, no se obtienen los objetivos marcados, la notificación tiene que llegar a todos los implicados.
¿Qué es el sistema de seguimiento en triángulo?
El sistema de evaluación y seguimiento de Mentor se basa en la comunicación en triángulo, un método que mantiene al alumno cubierto en todas sus condiciones. Todos los alumnos cuentan con un mentor y un supervisor cuya función es realizar un seguimiento de cada caso particular asignado. La comunicación es transparente, fluida y constante para asegurar el mejor de los enfoques entre mentores, tutores y supervisores.
El seguimiento del mentor sobre el alumno está siempre presente con la particularidad de que nunca hay dos casos iguales. Es por ello, que se ha de prestar especial atención a cada caso. Así, un segundo nivel de control por parte de los supervisores permite abordar las clases de manera más eficaz, con una mejor orientación hacia al alumno y hacia los tutores sobre el método de estudio y abordaje de las necesidades, inquietudes y aprendizaje del alumno.
Los coordinadores mantienen una comunicación fluida con los tutores, respondiendo personalmente a sus peticiones, así como iniciando la comunicación cuando sea pertinente.
Este seguimiento en triángulo mantiene a los mentores y supervisores listos para actuar en cualquier momento, ya sea optando por apoyo logístico o bien ofreciendo el servicio de refuerzo gratuito.
Y es que la comunicación es uno de los pilares fundamentales en la educación. Todos somos emisores y receptores en función del momento. No olvidemos que todo tipo de comunicación genera aprendizaje, así que usemos esta de manera efectiva para crecer juntos.